Por: Santos Salvador Cuevas
No había pasado aún el escrutinio de las elecciones generales del 2008, y ya el PRD dejó abierta la campaña interna hacia las elecciones del 2012, al frente de ese proceso estaba el Ing. Miguel Vargas Maldonado, atrapado entre un triunfalismo y la sed de poder de un partido que no resiste el peso que implica estar en la oposición.
El asumir la conducción de una fuerza popolítica de las llamadas mayoritarias y de las características anarquicas del PRD, no era tarea fácil, es como transitar sobre el filo de la navaja; por ello, cuando afloraron las implicaciones, los dislates y los errores en el mando de esa organización, sobre todo en lo que fue la selección de las candidaturas a senadores, diputados, sindicos y regidores en las elecciones de medio término de 2010, pues, al final de dicho proceso interno, se percibían resultados en favor de su último referente presidencial.
Son los errores del grupo Miguel Vargas, lo que permiten el resurgimiento de una figura que, si bien es cierto es alto conocida en el espectro nacional y que fueran muy bien ubicadas y denunciadas las implicaciones del peligro de su retorno por el mismo Miguel Vargas, no menos cierto es el hecho que, dichos resultados se dan al interior de un partido al que le da igual lo que pueda pasar con el interés nacional, más si esa figura viene hacer la "esperanza" con que cuentan las huestes blancas en la oposición..
Es decir, y es a donde pretendo llegar, si quien se vendía durante todo ese tiempo en las calles, promoviéndose como opción de poder era el PRD, y con un entorno, el de Hipólito Mejía, que capitalizaba las torpezas y metidas de patas del otro sector interno, pues, la ausencia del escenario, planificada o no, del PLD y las demás fuerzas políticas, era normal que solo a un candidato se le permitiera ser percibido y hasta asimiliado, aunque sea -sobre todo- por las fuerzas internas de su partido.
Esto le dio una ventaja relativa, pues le permitió estructurar una consigna que, aunque populista y vacía, la de llegó papá, le permitió imponerse ante las fuerzas del presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado y continuar durante un tiempo aguardando la irrupción en el escenario de la otra fuerza, el PLD, que le sirviera de contrapeso ante la población votante. De ahí que, estaba claro, la ventaja de Hipólito era relativa y circunstancial, dado que, tan pronto se despejó el panorama interno en el PLD, con el anuncio a la nación por el Presidente Leonel Fernández, de que no acudiría tras la reelección presidencial, lo que provocó la inclinación imponente de los principales miembros y dirigentes del PLD hacia la precandidatura del Lic. Danilo Medina, unido a lo exitoso de este proceso convencional, que arrojó un candidato con una aceptación superior al 87% de los votantes en dichas Primarias, la acogida armoniosa de los resultados por los contrincantes internos Radhamés Segura, José Tomás Pérez y Dominguez Brito, expresión de cordura, de unidad y disciplina partidaria, todo esto auguraba que, en la batalla por venir hacia las elecciones del 2012, le sería muy difícil al PPH desalojar del poder a un PLD que, aunque bien es cierto se enfrenta a un panorama mundial de crisis y turbulencias, no menos ciertos es que, sus líderes y funcionarios gubernamentales, generan confianza y paz ciudadana.
El candidato del PRD ha llegado a su techo, pues todo cuanto tenía que hacer para crecer ya lo hizo, no le queda ningún otro atrativo que vender: Proclamaron su candidato presidencial, seleccionaron su jefe y equipo de campaña, seleccionaron un cuerpo de asesores y, por último, ya Hipólito hace rato que camina con su acompañante de boleta, el Lic. Luis Abinader. Ya no hay más ficha a que acudir, han llegado hasta su techo, mientras el candidato del PLD, Lic. Danilo Medina Sánchez, deja su piso y asciende hacia su techo, contando con una variedad de fichas con que impactar y hacer más atrativa su oferta.
¿Cuál es la situación en la actualidad del techo Hipólito Mejía; y cual la situación en su piso de Danilo Medina?
Está realidad nos la acaba de describir númericamente hablando, el último sondeo registrado hace apenas un día en el país, y que lo presentara a la nación la firma encuestadora Latin Delta Marketing, LLC, en el periodico Nuevo Diario, y que sitúa a Danilo Medina con 48% y a Hipólito Mejía con un 44%.
Es decir, lo que indican estos números es que, si las elecciones fueran mañana, en República Dominicana habría una Segunda Vuelta.
Resulta, sin embargo, que las eleciones no son mañana, sino el 20 de Mayo del 2012, con el agravante, para el candidato del PPH, que Hipólito no tiene más nada con que impactar a la población votante, ya llegó a su techo; mientras, el Lic. Danilo Medina y el Comité Político del PLD, han administrado de manera ordenada, sin presión ni prisa las etapas del proceso hacia el 2012: Le falta hacer su proclamación, en la que ya se augura un gran acontecimiento; le falta seleccionar su jefe y comando de campaña; y le falta señalar a su acompañante de boleta.
Cada eslabón de estos, cada ficha que se mueva en este juego de ajedrez, será motivo de impacto y sumatoria de votos morados.
A esto hay que sumar los frentes de batalla que se sopesan, se diseñan y articulan con mucho tino entre dos grandes estrategas, Dr. Leonel Fernández Reyna y Lic. Danilo Medina Sánchez, en quienes decansa la responsabilidad de no fallar al país en estos momentos de crisis y turbulencia mundial.
Vislumbramos que el techo, hacia donde se dirige Danilo Medina, se sitúa entre un 55 y 57%; y que el piso, hacia donde se dirige ahora en picada Hipólito Mejía, se sitúa entre un 31 y 33%.
¡¡LO QUE SE VE VENIR ES, QUE DANILO MEDINA SE LO GANA EN PRIMERA VUELTA!!
