jueves, 8 de septiembre de 2011

HIPOLITO QUIERE QUE MIGUEL VARGAS SEA EL SEPULTURERO DE SU PROPIO ENTIERRO

Por: Santos Salvador Cuevas


Si bien es cierto que, entre Danilo Medina e Hipólito Mejía se debate el futuro del país; no menos cierto es que en el PRD se debate la consolidación de Hipólito Mejía y su grupo y el futuro político de Miguel Vargas Maldonado.

Corresponde al pueblo dominicano y al gran poder de Dios, decidir sobre lo primero, es decir, si avanzamos hacia un futuro luminoso y radiante para todos, o retornamos hacia el peligro que implica estar bajo la egida de un hombre incapaz, cherchero, arrogante, tiránico y sin control ni de sí mismo.

Hipólito es la encarnación de un camino lleno de peligro y dificultades para todos. El Lic. Danilo Medina y su popuestas de solución a los problemas de la nación, viene hacer como la tabla-salvadora de que nos agarramos o nos hundimos en este mar internacional cada vez más turbulento.

Por el otro lado, corrresponde al Ingeniero Miguel Vargas Maldonado, pelear o rendirse ante el embate implacable de sus adversarios dentro del PRD.

Si Miguel Vargas se rinde sin pelea, es la hora del fin de una propuesta pendiente de probar por la ciudadanía. Si se pone de pies y presenta combate, quedará pendiente ante el porvenir y, de cómo traspase el filo de la navaja, tendrá oportunidad de recomponer sus fuerzas, consolidarlas y avanzar. El caso es difícil, de mucho riesgo, pero no hay de otra.

Es la lucha de intereses. No entenderlo y aceptar las migajas que, tras "una carta conciliadora", llevada por Hipólito Mejía al local nacional del PRD, es el camino al suicidio.

Es decir, la carta de Hipólito a Miguel, no es sincera. Su intención está dirigida a crear un golpe de efectos ante una población votante que ve el desplome de una candidatura vacía y nefasta.

Pero el peligro mayor lo envuelve la intención que no se ve, pero con la que se busca ofertar migajas a Miguel, y, con la situación de pánico que arropa el entorno de Hipólito, hasta la candidatura vice presidencial, una de las fuentes para la proyección del sucesor en el trono, Luis Abinader, son capaces de ofertar a Miguel Vargas. Hasta envuelta en papel de selofán se la dan.

Tras la carta de Hipólito Mejía, se esconde un regalo envenenado. Llega precisamente en momento que Hipólito tiene el rancho ardiendo, consecuencia de un comportamiento insaciable y avasallante frente al presidente del PRD.

A Miguel Vargas le pasaron el rolo en la Convención. Con malas artes o no. Poco después le estrujaron en la cara a Emmanuel Esquea Guerrero, legalizador del proceso en que "perdió" Miguel la contienda interna, pues Hipólito Mejía nombró como jefe del estamento más elevado de la campaña, el llamado Consejo Consultivo, a nada menos que al presidente de la Convención que se prestó para humillar, acorralar y derrotar a Miguel Vargas, es decir, al Dr. Emmanuel esquea Guerrero.

A de recordarse que Hipólito se resistió a la idea de llevar a Miguel Vargas como acompañante de Boleta, diciendo que "esa posición no se negocia", dado que la misma estaba contemplada en los acuerdos que, para el futuro (1916), han de  beneficiar al Lic. Luis Abinader.

Los del entorno de Hipólito Mejía se han repartido todo, a excepción de lo que dieron a quienes  se conformaron con lo que sea. A Miguel Vargas sólo le han dejado su función de Presidente del PRD, para que les busque los votos y contribuya así a ser el sepulturero de su propio entierro político.

Los mismos que diseñaron el plan interno para derrotar a Miguel Vargas, en la Convención del PRD, son los mismos que en la semana actual se reunieron, no sólo para decidir llevar la Carta envenenada a la Casa Nacional del PRD, sino, con las propuestas de migajas para compartir el futuro y supuesto gobierno de Hipólito. Por supuesto, ¿serán digno de confiar unos zorros que avanzan cargados de triunfalismo y odio contra todo lo que se llame Miguel Vargas?.

La disyuntiva para Miguel Vargas es clara, o cae en la trampa, tomando las migajas que ya se ofertan, o se pone de pie y resiste la embestida que desde hace rato se le viene encima.

Miguel Vargas es el presidente del partido, y la experiencia enseña que, a los traidores y glotones, se le debe enfrenta de manera frontal y decidida, cualquiera que sea la suerte. Bacilar y perder las perspectivas equivale al suicidio político. 

Lo que busca ahora Hipólito Mejía, es hacer de Miguel Vargas el supulturero de su propio entierro político.

Viendo la dinámica política en marcha, hay que concluir en que, no importa lo que pase al interior del PRD, corresponde a los dominicanos no dejarse sorprender por las bocinas que pretenden vender a Hipólito Mejía como el salvador nacional, pues todos los dominicanos sabemos que se trata de una figura nefasta, conflictiva y sin ninguna preparación.

Tomando las palabras de Miguel Vargas, durante la Convención interna del PRD: "Este país no se merece retornar al desastre que implicó el gobierno del 2000 al 2004".

Yo agrego:

La esperanza nacional la encarna el Lic. Danilo Medina Sánchez y su propuesta programatica, que busca eliminar la pobreza, promover el empleo y hacer de República Dominicana un país en marcha hacia el progreso.