Por: Santos Salvador Cuevas
Especial para El Jilguero
En la batalla electoral hacia las elecciones generales del año 2000, el pueblo se dejó sorprender por un político que se coló como "a típico", pero que con el paso del tiempo los hechos mostraron que estábamos ante un farsante que le daba igual hacer un chiste de mal gusto como mentir al país. El señor Hipólito Mejía vino a ser un gran fiasco y que nos salió muy caro.
Es verdad lo que hoy admite en sus anuncios publicitarios, le debe tanto a este país que ni ante un pelotón de fusilamiento electoral paga la desgracia en que nos metió durante aquél nefasto cuatrienio del 2000-2004.
Ese señor habla tanto y actúa con tantos desenfrenos, que no mide los alcances de sus actos, ni le importa lo que piense la gente, ni el que tenga que recoger el veneno vertido al paso de los años. Por ello fue implacable y no midió consecuencias al acusar de ladrón al compañero Luis Inchausty, quien se hizo notable al desempeñar la gerencia del Programa de Empleos Mínimos y Eventualidades (PEME), durante el Gobierno del Dr. Leonel Fernández, del 1996 al 2000.
El problema de Hipólito Mejía radica en que las mentiras que vierte a diario, en su psiquis mental se la va creyendo como verdad, es decir, Mejía descalifica a sus oponentes, los "fusila" moralmente y le acusa de ladrón tal si fuera algo normal. Eso fue lo que pasó a Hipólito con Luis Inchausty, por todos los medios y dando uso a todos los recursos que da el poder del Estado, le acusó de ladrón y, como esa mentira en su psiquis "se le hizo" verdad, entonces le mandó a trancar por ladrón en las cárceles de la República; y como si eso fuera poco, incentivó a su Consultor Jurídico, Guido Gómez Mazara, a escribir un mamotreto de libro al que titularon PARA DEJAR CONSTANCIA, en el que decían que Luís Inchausty se había robado de las alcas del Estado más de RD$1,000 millones.
Para rescatar la honorabilidad de Inchausty y demás compañeros, el PLD como estructura partidaria, acosada y perseguida por los incaustos del PRD e Hipólito recién llegados al poder, tuvo que emplearse a fondo a librar una batalla en todos los medios, tanto públicos como legales, y así evidenciar ante los tribunales nacionales que estábamos ante una nefasta persecución política de quienes se creyeron que jamás saldrían del gobierno.
También en aquella ocasión Hipólito Mejía quedó retratado como un mentiroso, pues los tribunales absorbieron a los acusados de ladrones, así Inchausty y demás apresados salieron de prisión por la puerta ancha; mal quedaron los incautos que hasta libros publicaron para no dar espacio a la imposibilidad de siquitrillar a los que administraron el PEME. La batalla contra aquella perversidad de Mejía se libró a todos los niveles, fue cuando se hizo famoso el mensaje del Presidente Fernández: "Es preferible pagar a tener que matar", dejando claro que, si para mejorar las condiciones de vida de los pobres y evitar un baño de sangre, como el que nos regaló el PRD en abril de 1984 donde fusilaron en las calles de nuestro país a más de 500 dominicanos, no vacilaría en hacer diez mil PEME que fueran necesarios.
Ahora bien, ¿qué otro hecho importante se dio en aquella situación, que sembró el odio de Inchausty hacia Danilo Medina?
Sencillamente, el compañero Inchausty ante un acto de desesperación, esperaba mucho más de lo que se le dio, entre esas cosas, que todos se lanzaran a quemarse junto a él en la hoguera blanca, pero resulta y viene a ser que la lógica política indicaba que era a Inchausty (sobre todo) a quien correspondía mostrar ante los tribunales su inocencia; si la memoria no me engaña, Danilo Medina se mantuvo pasivo y "pidió" al compañero Luís Inchausty que demuestre su inocencia ante los tribunales de la República.
Fijaos bien las cosas de la vida, Hipólito lo desacredita por todas las vías y lo manda con grilletes a la cárcel, y Danilo le "pide" mostrar su inocencia en los tribunales; entonces, nace un odio de Luís Inchausty hacia Hipólito Mejía y hacia Danilo Medina.
Hoy la vida presenta de nuevo a Medina e Hipólito en el ruedo por el triunfo electoral del 20 de mayo de 2012, y resurge el odio acumulado de Luis Inchausty hacia Mejía y Danilo Medina; sólo que todo indica, que, en el horno donde se cuece el odio de Inchausty, las cosas se dan al revés, pues en vez de sentir más rencor contra el verdugo que te puso los grilletes y te desacreditó, tú (pendejo ingrato) te olvidas de todo, de quienes incluso te rescataron de las garras de los incautos en el 2000, y crees que con tu odio y arrogancia trasnochada vas a impedir que los dominicanos avancemos hacia la nueva era de cambio que nos trae el PLD y Danilo Medina.
Pero tranquilos dominicanos. El Sr. Luís Inchausty llegó a ser lo que un día fue por los poderes que le dio Leonel Fernández en el PEME; cuando retornamos al poder en el 2004 y vio que no se le llamó a servirse de las mieles del Estado, entonces pasó a quejarse en el muro de los lamentos, y a hablar pamplinas en las reuniones del Comité Central del PLD, irrespetando al líder y las autoridades orgánicas del partido, había olvidado que ya no era lo que un día fue.
Por si no te has dado cuenta hermano Luís, eres una escopeta vacía, te vas solo a juntarte con tus iguales bocones del PPH, donde siempre debiste estar.
Un solo favor quiero pedir a la escopeta vacía de Luís Inchausty, cuando ganemos el 20 de mayo del 2012, no te devuelvas a quitarnos el espacio que nos estamos ganando en esta lucha contra el retroceso...oíste? ¡Sí, por que los oportunistas olvidan rápido!
Ahí es que tu está bien, con Hipólito!
santoscuevasj@hotmail.com
