EL JILGUERO!
Por: Santos Salvador Cuevas
Especial para El Jilguero!
La decisión del presidente dominicano licenciado Danilo Medina Sánchez, de no permitir la colocación de su imagen o foto en las oficinas públicas, constituye una acción revolucionaria, sin precedentes en la historia nacional, la que viene a rodar por suelo una practica de mitos e ilusionismo impuesto bajo ordenanza oficial durante gobiernos tiránicos.
Así, durante años se ha mitificado en Santo Domingo un liderazgo, sustentado en el miedo y el terror subliminal, para aupar una supuesta lealtad, por demás engañosa, la que ha calado a lo largo del tiempo en la psiquis del dominicano.
Lo evidente no es sólo la humildad del presidente Danilo Medina Sánchez, evidenciada a su máxima expresión, es mucho más que eso, es la visión danilista de que el poder descansa en el pueblo, y, además, la claridad de que todo lo que sube baja.
Le vi en Tamayo, al sur de República Dominicana, vestido de pueblo, con botas puestas y camisa remangada, sin aparataje militar ni temor, bajo el resguardo de un pueblo que le estima y ama, con celular en manos, como aquél que aguarda siempre la llamada de un vecino en dificultades, siempre vigilante y atento, al tanto del más mínimo detalle.
Ahí estuvo, entre lodo y fango, junto a hombres y mujeres del campo, escuchando y recibiendo las explicaciones sobre las secuelas dejadas tras el paso de la tormenta Isaac, de la mano con un pueblo al que se comprometió a representar dignamente. Platicaba con todo mundo, grandes y chicos, los que le gritaban: "De lo mio, de lo mio, de lo mioooo", con varones y hembras.
Muy distinto este gesto del mandatario al de algunos de sus acompañantes, los que ayer debajo del palo te abrazaban y compartían la ilusión y la esperanza de ver este proyecto dirigiendo las riendas del Estado, y ahora te miran con el rostro tosco y cara de poco amigo, con un semblante de "si te he visto, no me acuerdo", tal vez arropado en la creencia de que todo quien se aproxima es a pedir limosnas, olvidando así que este comportamiento es la antítesis o negación a la practica del líder.
Danilo va bien, cumpliendo al pie de la letra con su Programa de Gobierno, el que prometió al pueblo durante la campaña. Estamos contentos, estamos orgullosos...lo demás es puras pamplinas!
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