Por: Santos Salvador Cuevas
Especial para El Jilguero
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Especial para El Jilguero
Un día como hoy 16 de febrero, pero de 1973, hacen ya 39 años, que cayera en Los Mogotes de La Cordillera Central, luego de su captura herido en combate, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, al internarse montaña a dentro junto a siete de sus compañeros de guerrilla, es sabido que un noveno, Toribio Peña Jaquez, se había extraviado durante el desembarco de Caamaño en Playa Caracoles de Azua.
Quien fuera asesinado aquél día en un lugar de las escarpadas montañas de Quisqueya, más que un militar revolucionario fue un estandarte de la dignidad del pueblo dominicano, un referente histórico que durante la Guerra Patria de Abril en 1965, estampó su nombre en la historia con laminas de oro. El coronel Caamaño se hizo Patria durante toda aquella contienda, sobre todo desde el momento en que, junto al pueblo en armas, enfrentó con dignidad y honor, sin vacilación y con determinación, a la potencia más grande de la humanidad, el poderío militar de Estados Unidos de América que, con 42,000 Marines intervinieron el suelo dominicano.
Caamaño durante la Guerra de Abril, siendo presidente del Gobierno en Armas, pudo optar por la traición, la vida cómoda y holgada o el brillo del dinero ofertado; y mil veces lo rechazó todo y prefirió resistir con los valientes que allí caían en cada trinchera, en cada esquina, en cada rincón de la Zona Norte de ciudad capital.
Caamaño era hijo de uno de los generales leales y fieles al tirano Trujillo; pasó por Palma Sola como soldado, y fue verdugo con los Cascos Negros que reprimían al pueblo; pero cuando llegó la hora del honor, cuando la Patria le llamó a defender la soberanía mancillada, Caamaño no vaciló y se colocó al frente de las masas dominicanas que exigían el retorno a la Constitución de 1963: El retorno de Juan Bosch al país.
La Guerra de Abril terminó en los acuerdos que llevaron a la salida de los Marines del territorio nacional; Caamaño tuvo que salir como Agregado Militar hacia Gran Bretaña, desde donde desapareció para llegar hasta suelo cubano, en donde encontró el apoyo y la solidaridad de Fidel Castro, planificó y organizó desde Mil Cumbres en Cuba su retorno al país, pues la Patria reclamaba libertad.
El 2 de febrero de 1973 el hombre retornó a redimir la Patria mancillada, desembarcó por Playa Caracoles junto a Toribio Peña Jaquez, Claudio Caamaño, Hamlet Hermann, Heriberto Lalane José, Holguín Marte, Alfredo Pérez Vargas, Ramón Euclides Marte y Juan Ramón Payero: 9 titanes de la libertad, 9 hombres de arma tomar. Allí dejó de latir el corazón de Francis A. Caamaño, el 16 de febrero de 1973. Sobreviven Hamlet Hermann Pérez y Claudio Caamaño Grullón.
Sólo nos resta exclamar: Caramba, caramba, Francisco Alberto, caramba!
