Por: Santos Salvador Cuevas
En la historia de la resistencia de los pueblos por la vida y la libertad, se registra con broches de oro los nombres de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, cobardemente asesinadas junto a su chófer Rufino De la Cruz, la tarde del 25 de noviembre de 1960. Ese día la tarde se vistió de gris, lloraron las rosas y la patria se bañó con la sangre inmaculada y fecunda de esas mujeres que soñaron, lucharon, resistieron y sacrificaron lo mejor de sí, la vida, por un mundo de bienestar para todos.
Las hermanas Mirabal con su caída y sacrificio dieron por terminado el ciclo de una dictadura, la de Rafael Leonidas Trujillo Molina, quien llegara al poder con la sangre y la traición en 1930 y fuera ajusticiado el 30 de mayo de 1961, apenas 6 meses después que se cebara con la sangre de las heroínas de Ojo de Agua, Salcedo.
La historia nacional se ha escrito con sudor y sangre de hombres y mujeres que lo dieron todo por nuestra libertad, desde Anacaona, pasando por María Trinidad Sánchez, Juana Saltitopa -La Coronela-, Concepción Bona, Salomé Ureña, Elcilia Pepín hasta la etapa de resistencia que se reinicia con las hermanas Mirabal, Aniana Vargas, Piky Lora, Mirian Piñeiro, Lulú Contreras, Sagrada Bujosa, Sagrario Díaz, Yolanda Guzmán, Amelia Ricart Carventi y otras mchas otros no menos importantes, hasta sentirnos con orgullo al ver el crecimiento de las mujeres en figuras como Minú Mirabal, Milagros Ortiz Bosch, Doña Gladys Gutierrez y la nueva expresión honorable de la mujer dominicana, la Dra. Margarita Cedeño de Fernández, una mujer en que millares de mujeres cifran sus esperanzas.
Este 25 de noviembre debe ser aprovechado para condenar la violencia intrafamiliar, demandar más respeto a la vida y los derechos de las mujeres, demandar derecho a la libertad de elegir, decidir sobre su vida y las relaciones que entiendan con sus parejas. Las mujeres no son propiedad privada de los hombres machistas. son seres humanos que merecen respeto, solidaridad y apoyo.
En este día nos reverenciamos ante la memoria de Minerva, Patria y María Teresa Mirabal.
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