Por: Santos Salvador Cuevas
Recuerdo como ahora lo de aquella mañana, cuando la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) daba los preparativos logísticos para presentar al país al Coronel Nin Terrero, el Chófer Dilson Terrero Matos y el Capitán Quirino Ernesto Paulino Castillo, atrapados esa noche antes, con un abundante cargamento de drogas narcóticas.
Lo novedoso de aquel golpe, no rayaba sólo en la cantidad de paquetes acorralados en el camión Dahatsu, ni estaba la novedad en la figura del coronel que llevaba en resguardo las drogas; sino en la figura propietaria del cargamento, Sr. Quirino Ernesto Paulino Castillo, a la sazón jefe de campaña de Hipólito Mejía en Elías Piña y San juan de la Maguana.
La noticia corría de boca en boca, el dueño del helicóptero colibrí, en que se transportaban Pepe Goico y comparte en sus afanes y menesteres, había caído en manos de la DEA y la DNCD. Fue por ello que, en aquella ocasión, como ahora, con la velocidad de una ardilla, el muy moralista y recto Hipólito Mejía y los de su entorno, se apresuraron a "impactar" en los medios con la amenaza de "un cheque que Quirino entregó a Leonel Fernández", siempre según Hipólito Mejía.
Es un habito recurrente en el Sr. Mejía, hacer como hace María Ramo, de "tirar la piedra y esconder la mano".
Aquello fue como la primera escena de una tragicomedia, en donde el actor principal había pasado por la Presidencia de la República y el actor secundario era su jefe de campaña envuelto en el narcotrafico. Ahora, 10 años después, se nos presenta la segunda escena de la tragicomedia en cuestión, en donde el primer actor pretende volver a ser presidente, y el segundo actor, el narcotraficante Óscar Rodriguez Cruz, lucha y trabaja por un Nuevo Renacer con su Papá.
Como en la primera vez, Hipólito y su entorno es atrapado con las manos en la masa; y ahora como ayer, vuelve al expediente de publicar un supuesto cheque de 500 mil pesos que le diera el narcotraficante a Leonel Fernández, siempre Leonel. Pero, sus asesores pasan por alto que con esto, al igual que ayer, Hipólito pone al desnudo unas relaciones tan cercanas con el narcotraficante, a tal punto que, no sólo le dirige un movimiento de apoyo en el que cifra sus esperanzas en un Nuevo Renacer con su Papá, sino que hasta le presta copias de los cheques que supuestamente reparte.
El supuesto cheque ya circula en las redes y medios de comunicación, para completar la tragicomedia, sólo hace falta que al lado hagan publicas también las vallas y vídeos en donde El Don aparezca dirigiendo un Movimiento de Nuevo Renacer con Danilo. Con eso la tragicomedia de Hipólito sería creíble; mientras tanto, un cheque por si solo, así como así, no llena las expectativas deseadas y ni puede sustituir el escándalo de marca mayor que le pisa los talones al PPH y sus candidatos. Lo que sí ha quedado claro es que Óscar Rodriguez se paseaba y compartía -como Quirino ayer- con Hipólito y Luis Abinader, y que le dirigía el Movimiento Nuevo Renacer con Papá. Esa es la realidad y no se puede cambiar, ni con un cheque, ni con todas las listas anunciando "corruptos" de este gobierno.
Que lastima que el país debata su futura ante ofertas tan insustanciales, inocuas y vacía, como la que encabeza una persona que no pierde tiempo para empadrinarse y codearse con las basuras del bajo mundo. Que lastima, señores, que lastima.
santoscuevasj@hotmail.com